El verano se nos está escapando. Un verano extraño el de este 2020 debido a todo lo que está pasando. Y en cierta manera lo que queremos es que el tiempo avance para que lleguen las vacunas y podamos dejar esta crisis atrás. Por ello pensamos en el cambio de hora que nos introducirá en el horario de invierno de 2020. Y aunque podríamos imaginar que llegaría pronto, por ahora va a hacerse un poco de rogar.
El cambio de hora podría haber acompañado al inicio del otoño que se producirá el día 22 de septiembre tal y como era de esperar. Pero en lugar de ello el horario de invierno no se adoptará hasta finales del próximo mes. Será en la noche que nos llevará del día 24 al 25 de octubre.
¿Y qué significa este cambio de hora? Como todos los años, lo que tendremos que hacer será atrasar nuestros relojes. En el momento en el que marquen las 3 de la madrugada del día 25 de octubre, lo que haremos será retroceder una hora para que el reloj marque las 2 de la madrugada.
La pregunta es, ¿será la última vez que cambiemos de hora? Ya sabemos que este tema está siendo debatido y que incluso ya se ha confirmado de la mano del Parlamento Europeo que va a ser eliminado. Pero todos los asuntos burocráticos son lentos y suelen alargarse más de lo que se podría imaginar. Por ello es muy posible que en 2021 se continúe cambiando la hora y que sea en 2022 cuando ya no la cambiemos.
La tradición del cambio de hora existe en nuestro país desde la década de los años 70. Se implementó como forma de que la cantidad de luz pudiera estar ajustada al horario laboral, ayudando a que se ahorrara energía. Pero la tradición acabará desapareciendo y ya no volveremos a tener ese curioso momento en el que, con satisfacción, ganamos una hora extra (o la perdemos, dependiendo del momento del año).