Muchas personas aún se plantean porqué sigue existiendo, pero la cuestión es que el cambio de hora sigue estando presente en nuestras vidas. Y aunque lo tengamos dos veces cada año, aún hay muchos que no nos terminamos de acostumbrar. Por ello, ante el inminente cambio de hora que se aproxima, queremos plantearos algunas recomendaciones para hacerle frente.
Antes de nada, especifiquemos que el cambio de hora se llevará a cabo durante la mágica noche del sábado día 24 de octubre. Cuando el reloj marque las 3 de la mañana ya del día 25 de octubre, lo que harán las cifras de la pantalla será retroceder a las 2. Como por arte de magia habremos obtenido una hora más libre para disfrutar como más veamos conveniente (durmiendo o con el lema de «lo que pase en el cambio de hora de invierno, en el cambio de hora se queda»).
Este año es especial porque el cambio de hora nos vuelve a sorprender en medio del coronavirus y de todo lo que eso acarrea. Posiblemente estemos pasando más tiempo del habitual en casa y eso es algo que hará que el cambio de hora nos salpique de una forma particular.
Uno de los consejos que recomiendan los expertos para que el cambio de hora no sea problemático y no nos cause un alto nivel de cansancio o somnolencia es que intentemos acostumbrarnos diariamente poco a poco, haciendo un ajuste progresivo que nos deje en el 25 de octubre como si nada hubiera ocurrido.
Otra buena idea es que evitemos echarnos una siesta el domingo día 25, porque lo más probable es que nos entre una gran tentación de hacerlo y con ello lo único que estaremos provocando será un problema en el reloj interno de nuestro cuerpo.
Además, antes de que se produzca el cambio de hora es recomendable que adoptemos un buen sistema para despertarnos y acostarnos siempre en el mismo momento de una forma regular.